La novela histórica fue muy exitosa en México entre 1868 y 1872. Las experiencias de la Guerra de Reforma y la invasión francesa afectaron a los mexicanos profundamente y los novelistas fueron los que mejor respondieron a la inquietud por entender qué había pasado a la gente común y corriente. Ignacio Manuel Altamirano publicó Clemencia en 1869 que se desarrollaba durante los años de la intervención, es decir, se refería a un periodo reciente para los mexicanos. En cambio, un año antes Vicente Riva Palacio había publicado Martín Garatuza, que recreaba el mundo de la colonia en el siglo XVII. El gusto por la novela histórica se ha mantenido, así podemos ver que después de la revolución se escribieron novelas que describían lo que habían sido estos años para la población como la de Rafael F. Muñoz, ¡Vámonos con Pancho Villa! (1931), o Los de abajo (1915) de Mariano Azuela.
lunes, 12 de abril de 2010
Interpretaciones del pasado en la novela histórica
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
muy malo
ResponderEliminar